La gama alta de Volvo recibe algunas modificaciones en sus motores diésel para mejorar tanto el rendimiento como los consumos, siendo ahora más frugales. Los modelos que podrán combinarse con estos bloques actualizados son los S80, V70 y XC70.
El 2.0D3 es posiblemente el que menos alternaciones sufre, pues según ha comunicado la marca tanto la potencia como el par se mantienen intactos. Lo único nuevo es la regulación del turbo, que ahora funciona de manera más suave. Por su parte el 1.6d, de escasa difusión, pasa de los 109 a los 115 CV, si bien el par máximo se mantiene en 270 Nm. Asociado al sistema Stop&Start y el cambio manual de seis velocidades, emite 119 g/km de CO2 y sólo se puede adquirir en los S80 y V70 con etiqueta DRIVe.
Por último el 2.4D5 se actualiza hasta alcanzar los 215 CV de potencia (10 más que antes) y aumenta el par máximo hasta los 440 Nm. En combinación con el Stop&Start y la caja manual de seis velocidades, presume de un consumo muy contenido de sólo 4,9 L/100, con unas emisiones de 129 g/km de CO2. Estos datos son válidos para los S80, pues tanto en los V70 como en los XC70 los resultados son algo peores (volumen, peso y aerodinámica afectan).
Aprovechando estas mejoras, Volvo también ha actualizado otros aspectos. Así aparecen nuevos tonos para la carrocería, luces de intermitencia en espejos por LEDs, ópticas delanteras rediseñadas, llantas de aleación de diseño más moderno, nuevo volante multifunción y un nuevo paquete de iluminación interior. Entre los elementos más tecnológicos, aparece el Pedestrian Detector estrenado en los S60/V60, sistema de navegación Sensus, sistema City Safety y la posibilidad de incorporar TV, cámara posterior y lector DVD.
Los precios recomendados para el mercado español todavía no han sido confirmados, pero estarán a la venta en cuestión de unas semanas.