Tras la última pataleta o maniobra de Suzuki (como prefieras), alegando que Volkswagen había incurrido en una falta al no proporcionarle acceso a su tecnología híbrida, y que si no modificaba esa decisión tendría que dejar libres a los nipones, ahora los alemanes han contestado con un sencillo «no queremos vender nuestras acciones de Suzuki».
Cuestionada sobre si daría acceso a la tecnología híbrida, tal y como piden los nipones, Volkswagen evadió la respuesta, para afirmar a continuación que lo que tengan que hablar ambas compañías se negociará en privado, y declinarán comentar nada, pues no les beneficia hacerlo. ¿Llegarán a resolver este asunto o se quedará ahí enquistado hasta el fin de los días?