El mundo del motor y, en este caso, el del automóvil en particular en los últimos 10 años ha sufrido un fuerte avance en cuanto a la proliferación de alternativas más sostenibles a los clásicos carburantes como la gasolina o el diésel.
Hace ya unos años ver un vehículo híbrido era como ver algo futurista, un coche que podía funcionar en eléctrico un máximo de 2km si hablamos de los primeros Toyota Prius.
Era sin duda algo de película de ciencia ficción montar o conducir esos coches en total silencio sin contaminar ni gastar combustible.
Con el paso de los años como todo, la tecnología fue avanzado, y los híbridos fueron mejorando, con mayor autonomía, más rápidos y más intuitivos. Si bien es cierto que los eléctricos puros no son un invento del siglo 21, ya en el pasado siglo existieron modelos “Concept Car” de versiones completamente eléctricas.
Incluso la marca Española Seat modifico un Seat Toledo para que fuera eléctrico en las Olimpiadas del 92. Disponía de poca autonomía y potencia, pero se estaban sentando las bases de lo que son ahora los eléctricos actuales.
Poco a poco cada marca ha ido sacando sus modelos eléctricos y, con el avance de la tecnología, cada vez disponen de mayor potencia y autonomía, y lo que es más interesante. Se está consiguiendo que los márgenes de carga cada vez sean menores y, de ese modo, poder realizar viajes de cierta envergadura sin mayor problema.
En palabras de Juan Antonio (Coordinador Central de Renting Partner): “si se piensa en coche eléctrico lo primero que se viene a la cabeza es Tesla, sin duda su papel en la proliferación y adaptación del coche eléctrico al usuario final ha sido determinante. Forzando que otras marcas siguieran su estela y ahora tengamos un amplio abanico de marcas y modelos para escoger, incluso el tan comentado últimamente renting de coches eléctricos es una opción que los clientes cada vez valoran más”.
¿A qué se debe esta alta demanda de coches eléctricos?
Lo primero sin duda es por tener la conciencia tranquila de que nuestro coche eléctrico jamás, a lo largo de su vida útil podrá emitir o emitirá cualquier tipo de humo nocivo a la atmosfera derivado de la combustión de combustibles fósiles, ya solo por ello los vehículos eléctricos tienen mucho ganado.
Pero, aparte de lo anteriormente mencionado, los vehículos eléctricos tienen un modo de conducción muy diferente al de los coches tradicionales, es decir, su motor tiene una entrega de potencia, sobre todo fuerza, mucho más contundente que los coches térmicos.
¿Qué se gana con esto? Pues sencillo, más cómodo, seguro y poder disponer de toda su potencia desde el primer segundo que se pisa el pedal del acelerador, ideal para ganar velocidad con rapidez en una incorporación o en un adelantamiento.
La seguridad que proporciona dicha sensación ningún coche de gasolina de potencia media llega a proporcionar, y una vez que nos acostumbramos a conducirlos, se nos crea una necesidad.
Otro de los beneficios es el poder cargar nuestro vehículo eléctrico en nuestro propio garaje, sin tener que depender de tener que ir a la gasolinera. Siempre estará disponible para nosotros y con la carga que nosotros deseemos. Fácil ¿Verdad?, y además, mucho mas barato que los combustibles fósiles.
Ah, y no olvidar otro de los beneficios que en ciudades como Barcelona o Madrid (y pronto en otras como Sevilla o Valencia) nos permitirá movernos por toda la ciudad con libertad sin miedo a entrar en zonas de bajas emisiones porque nuestro coche es más contaminante, además poder aparcar en las zonas de estacionamiento regulado gratis, el tiempo que se precise, también es un buen aliciente.
Por ello la opción del renting de coches eléctricos cada vez es más demandada, lo vehículos eléctricos están cogiendo impulso con el paso de los años y empiezan a ser una alternativa real a los ya anticuados coches térmicos.
Si tienes la opción de poder optar por el renting de un vehículo eléctrico, hazlo, te sorprenderá y no querrás volver a un coche impulsado por gasolina o diésel, instalarte un punto de carga en tu garaje es más fácil, legal y barato de lo que crees.