Ratan Tata, CEO de Tata y por tanto también del grupo Jaguar Land Rover, ha desvelado un montón de detalles sobre el desarrollo del proyecto del nuevo Defender en una entrevista a Autocar.
De acuerdo al señor Tata, finalmente el Defender se quedará con un chasis de largueros y travesaños de acero sobre el que se montará la carrocería. Esta configuración, en lugar de la monocasco, resulta más pesada, pero también resulta ideal para los todo-terreno más auténticos, ya que permite contar con bastidores más duros, y con mayor variedad de carrocerías sin una inversión desorbitada.
Todo parece indicar que el chasis de largueros que se usará de base será el ya conocido de la plataforma T5 del Discovery y Range Rover Sport actuales, pero evolucionado y recortado según las necesidades de este nuevo Defender, que, por otro lado, conservará la identidad estética general vista en el prototipo, pero con cambios de detalle (llantas, grupos ópticos, etc.). La prioridad sigue siendo la de crear un vehículo auténticamente todo-terreno, fiel a sus principios, y muy modular, para poder desarrollar variantes de todo tipo (largo, corto, abierto, cerrado, pickup).
Gallery: Land Rover DC100
Pero otra de las revelaciones de Ratan Tata que más nos ha llamado la atención es que el coche probablemente se ensamblará en India. Obviamente, gran parte del mercado de este tipo de coches va para Asia, así que poder tener el centro de producción relativamente cerca, resulta mucho más económico a la hora de fabricar los coches. Así pues, el nuevo Defender se fabricaría en la misma planta donde se monta el Tata Aria, que curiosamente es primo lejano del chasis T4 de Land Rover.
Las unidades para los mercados occidentales recibirían su última fase de ensamblado probablemente en Reino Unido, para cuidar algo más materiales y ajustes.
Pero todo lo comentado por Tata va en la línea de mantener el «corazón» del producto del Defender «justo como debe ser», es decir, un todo-terreno robusto, duro, versátil, y económico. No un Evoque grande.