Después de vender casi 500.000 unidades del Insignia, Opel ofrece una nueva versión diésel para los que buscan una berlina de elevadas prestaciones. ¿El secreto? Usar dos turbos para que la potencia se incremente hasta los 195 CV.
He probado el nuevo Opel Insignia BiTurbo durante estos días en Portugal y me ha gustado mucho. Los chicos de Opel se han puesto las pilas y han lanzado al mercado uno de los mejores bloques de cuatro cilindros diésel del mercado. Como dicen ellos, «ofrecemos las prestaciones de un motor V6 en uno de cuatro». No hay que darle más vueltas, los datos cantan solos: 195 CV de potencia y un par máximo de 400 Nm desde solo 1.750 rpm. Además, promete un consumo medio de 4,9 l/100 km y unas emisiones de 129 gramos (en nuestro país se beneficia del tipo reducido de impuesto de matriculación del 4,75%).
Me he quedado sorprendido con el funcionamiento del motor: es suave, lineal y no tiene el desagradable efecto ‘turbo-lag’ de los propulsores diésel ‘apretados’. Pero, ¿cómo lo han conseguido? Pues de una forma más sencilla de lo que parece. El sistema utiliza dos turbos (uno pequeño y otro de mayor tamaño) con dos ‘intercooler’ (uno grande y otro menor). Por debajo de las 1.500 rpm solo funciona el turbo pequeño (en el que sus aspas cogen velocidad rápidamente). Entre las 1.500 y 3.000 rpm los dos turbos funcionan en cadena y por encima de las 3.000 todo el trabajo va para el grande que puede soplar con toda su intensidad. El resultado es un motor con muchas ganas de empujar, que te permite usar marchas altas y, sobre todo, muy agradable de utilizar. Tengo muchas ganas de someterlo a los test habituales de AUTO BILD, sobre todo después de que en Opel me dijeran que recupera de 80 a 120 km/h en 7,6 segundos (el OPC de 325 CV hace la misma prueba en 7,1 s).
Otra de las novedades del Insignia es que las versiones con tracción integral podrán equipar (desde la primavera de 2012) el chasis SuperSport con las torretas de la suspensión de altas prestaciones. Sí, es la suspensión delantera completa que tiene el Opel Insignia OPC que, prácticamente, convierte el coche en uno distinto. Además, este paquete deportivo también incluye el potente sistema de frenos firmado por Brembo.
¿Y los precios? Pues en Opel quieren 32.524 euros por la berlina de cuatro puertas y 33.849 euros por la versión familiar Tourer.