Las creencias populares suelen sustentarse en ideas equivocadas, con poca base y menor fundamento.
Ya sea por desconocimiento, por pereza intelectual o por falta de rigor, se da la circunstancia de que son siempre las afirmaciones más peregrinas las que se arraigan con mayor facilidad en el imaginario popular.
Con ese argumento tan socorrido —a la par que insensato— de que muchas personas no pueden estar equivocadas, se perpetúan las afirmaciones más engañosas y las peores costumbres.
Pero en cuestiones de mecánica de automóviles los falsos mitos tienen graves consecuencias en la salud del motor.
Hoy quiero recordar en este artículo algunas creencias equivocadas sobre el aceite para coche que todavía se escuchan alguna vez entre mecánicos mal preparados, “cuñados” sabiondos y expertos de barra de bar.
Vamos a ver cuáles son esas falsas afirmaciones sobre el aceite lubricante de los coches.
“Si cambias el aceite cuando toca, no hace falta que mires el nivel periódicamente”
Mucha gente piensa que basta con cumplir los intervalos de servicio que recomienda el fabricante para que el automóvil funcione siempre a pleno rendimiento.
Consideran que con cambiar el aceite cada 10.000 o 15.000 kilómetros es suficiente. Y que durante todo ese período de tiempo, no es necesario comprobar nunca la varilla del aceite.
Sin embargo, esta creencia no tiene en cuenta que el aceite no solo se degrada por el uso, sino que la oxidación termina por hacerle perder al aceite sus propiedades lubricantes.
De hecho, un vehículo parado en el garaje durante 3 años no podrá circular con el mismo aceite, aunque el motor haya estado todo ese tiempo sin funcionar.
Además, si estás usando el coche sobre todo en ciudad, en zonas con mucho tráfico o en recorridos muy cortos, tal vez el aceite se esté degradando o consumiendo aceleradamente, sin que tú te enteres (porque nunca miras la varilla del aceite).
Por eso, es conveniente revisar cada cierto tiempo el aceite, para comprobar que tu vehículo dispone de la suficiente cantidad en el cárter.
Ten en cuenta que si el motor se gripa por falta de lubricación, la responsabilidad será solo tuya. Incluso aunque hayas cumplido escrupulosamente los intervalos de servicio.
“No es necesario que pongas un nuevo filtro cada vez que cambias el aceite”
Menos mal que esta costumbre —muy típica de mecánicos chapuceros— cada vez es menos frecuente.
De hecho, hoy en día casi todo el mundo cambia a la vez el aceite y el filtro.
Mi recomendación, asimismo, es muy clara: nunca escatimes en el mantenimiento de tu automóvil, puesto que reparar una avería siempre será más caro que lo que te cueste la factura de mantenimiento.
Y lo peor de todo es que el ahorro es muy escaso, porque el precio de un filtro de aceite es muy bajo.
Hay que tener en cuenta que con el uso el aceite tiende a generar impurezas que son atrapadas en el filtro de aceite.
Si el filtro se llena de impurezas, su capacidad de filtrado disminuye.
Y llega un momento en el que se atora de suciedad y el filtro deja de cumplir con su misión.
“Si tienes que rellenar, puedes echarle al coche cualquier tipo de aceite”
Algunas personas piensan que para una reposición no tiene importancia el aceite empleado, siempre que este sea adecuado para motores.
Esta afirmación es completamente falsa, ya que los motores tienen que ser lubricados con aceites específicos para las necesidades concretas marcadas por el fabricante.
Si un automóvil utiliza, por ejemplo, aceite Castrol Edge 5W30, podrás echarle aceite de otra marca —si no dispones de otro— pero siempre respetando el índice de viscosidad del aceite que está lubricando tu motor.
De no hacer caso a estas indicaciones, el desgaste por fricción de los elementos internos del motor será mayor.
Junto a eso, también es probable que la temperatura general de lubricación aumente, provocando una pérdida de eficacia del sistema de refrigeración.
“Si el aceite está sucio y negro, significa que hay algún problema en el motor”
Mucha gente piensa que un aceite muy negro es un síntoma de un mal funcionamiento interno del motor.
Nada más lejos de la realidad.
De hecho, el color negro y la suciedad del aceite es un eficaz indicio de que la lubricación del motor es correcta.
Los fabricantes incluyen detergentes en los aceites, con la misión de arrastrar las impurezas y carbonillas que se van generando cuando el motor opera a pleno rendimiento.
Por lo tanto, es normal que el aceite se vaya ensuciando y poniendo negro conforme se va utilizando.
Es más: si no estuviese negro, significaría que no se está lubricando correctamente.
“Al rellenar aceite, siempre es mejor que sobre a que falte”
El motor no puede funcionar con menos aceite del necesario.
Pero tampoco puede funcionar con más aceite de la cuenta.
Si ha bajado mucho el nivel, es conveniente rellenar aceite para que el motor no se gripe.
Sin embargo, no debes echar más aceite que el que se indique en la varilla de control.
Mucha gente piensa que una mayor cantidad de aceite en el cárter evitará que el motor se quede seco. Pero lo cierto es que ese exceso de aceite deteriorará gravemente el motor por culpa del aumento térmico generado por la mayor fricción de las piezas móviles.
“El consumo de aceite es malo para el coche”
Esta es una de las falsas creencias más consolidadas hoy en día.
De hecho, muchos conductores se quejan de que su vehículo consume mucho aceite y piensan que algo no va bien cuando se produce este fenómeno.
Pero es justo lo contrario: un motor tiene que consumir algo de aceite para que pueda lubricarse correctamente, teniendo en cuenta que está operando a muy altas temperaturas.
Por otra parte, una pequeña cantidad de aceite debe introducirse en el cilindro para lubricar el pistón. Y ese aceite se quema al producirse la combustión, con lo que es normal que el nivel de lubricante vaya bajando con el uso del coche.
Así que no te preocupes si tu automóvil consume algo de aceite.
¡Lo preocupante sería que no consumiese nada en absoluto!