El Ford Kuga inició su andadura en el año 2008, siendo presentado en el salón de Frankfurt uno años antes, 2007.
Es un SUV del segmento C que, con el paso de los años ha ido sufriendo diferentes modificaciones tanto visuales como mecánicas. En el 2011 salió a la venta la segunda generación y en el 2016 y siendo objeto de esta prueba la tercera generación.
¿Qué ha cambiado a lo largo de estos ocho años el Kuga? Naturalmente lo primero en lo que vamos a reparar es en su aspecto visual. Es fácil ver cómo, desde la primera generación a la última los cambios son muy notorios, desde diferentes versiones, motores nuevos, más potentes, con mejores consumos y menores emisiones. Sin olvidarnos los avances en seguridad.
Hemos estado probando durante una semana la versión más potente con mecánica diésel, acabado ST-Line que le confiere un aspecto más deportivo y todo asociado a la fabulosa tracción total AWD que nos permite exprimir al máximo la potencia del motor. Y, por supuesto, poder adentrarnos en caminos de tierra de mayor complejidad.
El acabado ST-Line ya lo pudimos ver en la prueba que realizamos al Ford Focus con motor 1.5T EcoBoost. Es un acabado que proporciona visualmente un aspecto más deportivo al conjunto, siendo muy agradable a la vista.
En el caso del Kuga le proporciona un aspecto más deportivo sin perder el espíritu campero. Lo uno que si nos gustó menos es la reducción del perfil de los neumáticos en detrimento de un mayor tamaño de la llanta. Si bien, en estética y visualmente queda mucho más vistoso. Hace que en la práctica el Kuga en campo y/o tierra sea más torpe y más proclive a dañar los neumáticos en zonas de mucha piedra suelta.
Después de hacer uso de él por pistas forestales de baja y media complejidad pudimos comprobar de primera mano cómo el acabado ST-Line también endurece ligeramente el tarado de la suspensión, siendo más enérgica para un uso en carretera pero más incómoda en zonas muy bacheadas, aun así nos pareció muy confortable en todo momento.
Internamente el acabado ST-Line no modifica en exceso al Ford Kuga, es en el exterior donde de verdad es apreciable que estamos antes un ST-Line. Los asientos de por sí, de alcántara y piel sujetan muy bien el cuerpo y son cómodos, calafectables y con diferentes reglajes.
Nuestra unidad montaba el nuevo SYNC 3 para gobernar los sistemas multimedia, desde poder sincronizar un móvil como el iPhone o un Android. Lo probamos con ambos sistemas y su funcionamiento fue el esperado, muy bueno e intuitivo. El equipo de sonido Sony, con subwoofer incluido consigue representar muy fielmente todo tipo de melodías.
El salpicadero, en conjunto, es sobrio de buena presencia y al tacto se aprecia una buena calidad y acabado.
El Kuga es un SUV muy habitable, con alto espacio para sus ocupantes. Cuatro adultos viajar muy cómodamente e incluso hasta cinco podrían hacerlo sin mayor problema. Su maletero, de acceso mecanizado en el caso de la unidad probada es muy satisfactorio, con suelo plano y que permite introducir en sus 456 litros de capacidad objetos voluminosos.
El motor 2.0 TDCi está disponible desde los 150cv hasta los 180cv de la versión más prestacional que es la que hemos probado. Por debajo de este está el 1.5 TDCi de 120cv asociado solo a la tracción delantera 4×2. El 2.0 TDCi si se puede escoger con tracción 4×4 o 4×2. En el caso de los motores de gasolina el 1.5T EcoBoost es el encargado de animarlo, con diferentes potencias y la posibilidad de tracción total o solo delantera.
El acabado más alto para el Kuga actualmente es el Vignale, que le otorga unos mejores acabados tanto visuales como de ajustes y materiales. En el Ford Mondeo que pudimos probar con dicho acabado ya lo comentamos.
La pantalla del navegador, de buen tamaño, está en una buena localización para ver toda la información de un simple vistazo.
La puesta en marcha del motor se realiza mediante botón.
El cuadro de instrumentos nos muestra la información de forma precisa y con el ordenador de a bordo tan completo que lleva no se nos escapara nada.
Tanto los asientos como el volante vienen forrados en piel. Resultan muy agradables al tacto. Y los asientos sujetan muy bien en zonas reviradas, son confortables para pasar unas cuantas horas conduciendo.