Esta semana os traemos la prueba del nuevo Audi A3 en su versión familiar Sportback. El Audi A3 ha sufrido un lavado de cara, sencillo, pero lo suficiente como para diferenciarlo con su antecesor.
Principalmente podemos observar como los faros delanteros son de un diseño diferente, al igual que la parrilla. Siguiendo la nueva línea marcada dentro de la marca de los aros.
En el caso de nuestra unidad los faros son de tecnología led, pero sin ser la versión superior Audi Matrix Led con un coste de 950€.
De serie el Audi A3 con independencia del acabado monta faros de xenon, como opción se puede optar a los LED normales como los que hemos probado que ya dan una luz más que suficiente. Y por encima de estos los que hacen uso de la tecnología Matrix Led.
Sin duda en este apartado el Audi A3 no presenta ningún tipo de problema ni pega por nuestra parte.
La unidad probada venia dotada del conocido y deportivo paquete S-Line, en nuestro caso tanto exterior como interior. Otorgando una imagen más deportiva al conjunto. Con unos paragolpes más definidos, sobre todo el trasero con una bonita salida de escape y un difusor en color gris. Muy llamativo.
El pack S-Line no solo caracteriza al coche con un aspecto más deportivo, paragolpes, llantas de 18”, asientos deportivos, sino que también modifica la altura libre hacia el suelo y la dureza del equipo de suspensión con unos muelles más cortos y rígidos.
En el caso de nuestra unidad nos parecieron demasiado enérgicos en zonas muy bacheadas donde tendía a rebotar de manera poco natural. Ahora bien, en firmes en buen estado y a ser posible en zonas viradas su comportamiento es soberbio.
En el interior del nuevo Audi A3 todos los cambios se resumen en el Audi Virtual Cockpit, que aun siendo opcional con un coste de 365€, a nuestro juicio, son una imprescindible inversión. Poder reunir toda la información en el cuadro de instrumentos aparte de ser muy interesante, nos facilita la vida y con el uso del navegador mediante los mapas de Google es difícil perderse.
Se ha comentado que las nuevas versiones con el Virtual Cockpit prescindirán de la pantalla multimedia que el A3 actual monta en la parte alta y central del salpicadero. Pantalla que en la actualidad permite ser extraída o mediante un mecanismo electrónico accionable con un botón. Prescindir de dicha pantalla nos parece un error, creemos que la información multimedia, música, radio, y otros datos deben seguir en una pantalla al margen de la del cuadro de instrumentos. En todo caso es Audi quien debe decidir y nos tememos que ya está decidido.
Los asientos probados en esta unidad son los que proporciona el paquete S-Line, son deportivos, pueden ser de piel en su totalidad, previo desembolso extra o de piel y tela como los de nuestra unidad. También pueden ser eléctricos, calefactables y contar con masaje. Todo ello con la compra del opcional.
Nos ha gustado su manera de sujetar el cuerpo, no aprietan en exceso y la banqueta a pesar de no ser regulable es lo suficientemente larga. Con un mullido duro, pero a la vez cómodo.
El nuevo Audi A3 cuenta con un amplio abanico de motorizaciones que parte en gasolina desde el nuevo 1.0 TFSI y sus 115cv pasando por la versión g-tron de GNC con el 1.4 TFSI y 110cv de potencia. Siguiendo con el 1.4 TFSI CoD de 150cv y tecnología de desconexión de cilindros que es el objeto de esta prueba. Como versión más potente y prestacional en gasolina esta el 2.0 TFSI en la variante de 190cv. Todas estas versiones pueden optar a cambio automático S-Tronic de 6 o 7 velocidades.
En diésel las mecánicas son el 1.6 TDI de 110cv como acceso a la gama y, por encima de este, el 2.0 TDI de 150cv con opción a tracción quattro y por último la versión más potente con 184cv y tracción quattro de serie. Todos ellos pueden contar con el cambio automático S-Tronic con 6 o 7 marchas.