Peugeot ha participado en seis ocasiones de forma oficial en el Dakar, con cinco victorias absolutas y 56 triunfos de etapa.
Los Peugeot 205 Turbo 16, 405 Turbo 16 y 2008 DKR se han convertido en iconos del automovilismo deportivo gracias a sus hazañas en esta prueba.
Nombres legendarios han formado parte de los equipos de Peugeot en esta prueba, desde Jean Todt a Carlos Sainz, pasando por Ari Vatanen, Jacky Ickx, Juha Kankkunen, Stephane Peterhansel…
Peugeot puede presumir de una intensa historia de éxito, superación y trabajo en equipo en el Rally Dakar. La marca del león ha participado en seis ocasiones en esta carrera de forma oficial, con un balance espectacular de cinco victorias absolutas y 56 triunfos de etapa. En total, han sido más de 48.125 km de acción competitiva en el noroeste de África -en el triunfal periodo comprendido entre los años 1987 y 1990-; y 18.994 km. más en las ediciones de 2015 y 2016, disputadas en Sudamérica. Pero más allá del palmarés, Peugeot ha sido protagonista de esta mítica prueba desde su primera participación, en 1987. Grandes momentos históricos del Dakar, que permanecen en la retina de los aficionados, han sido protagonizados por los Peugeot 205 Turbo 16, 405 Turbo 16 y 2008 DKR. Y gracias a sus hazañas en los terrenos más duros del planeta, estos tres coches se han convertido en iconos del automovilismo deportivo y de la robustez mecánica.
Y qué decir de nombres legendarios que han formado parte de los equipos de Peugeot en el Dakar, desde Jean Todt a Carlos Sainz, pasando por Ari Vatanen, Jacky Ickx, Juha Kankkunen, Stephane Peterhansel… Todos ellos han contribuido a forjar la leyenda del Dakar, con actuaciones que en muchas ocasiones han superado los límites humanos.
1987: un León llega al Dakar
Esta historia arranca el 1 de enero de 1987 en la Place d’Armes de París, salida de la séptima edición del Dakar, denominado “París-Argel-Dakar”. Es la primera participación oficial de Peugeot, con un también debutante en la prueba Ari Vatanen (con Bernard Giroux de copiloto) al volante de un Peugeot 205 Turbo 16 con el dorsal 205. Las parejas Mehta-Toughty y Zanussi-Arena completaban el equipo.
Las cosas no empezaban bien, pues Vatanen sufría un accidente en la prólogo y caía al puesto 274 de la general. Shekhar Mehta fue líder de la prueba hasta que un extraño problema mecánico le apartó de la lucha por la victoria, momento que aprovechó su compañero de equipo para recoger el testigo.
Ari Vatanen tuvo otro gran susto en la decimotercera etapa, pero tras 12.874 kilómetros (8.315 de especiales) por Francia, Argelia, Níger, Mali, Mauritania y Senegal, llegó triunfador al Lago Rosa de Dakar. Le acompañaron en el pódium final Zaniroli-Lopes (Range Rover) y Shinozuka-Fenouil (Mitsubishi). Peugeot ganó 10 etapas, seis de ellas gracias a Shekhar Mehta.
1988: el Dakar más duro
La edición de 1988 se recordará, sobre todo, por dos cosas. La primera, la terrible dureza del recorrido: de los 603 participantes que empezaron, solo 151 acabaron la carrera. El segundo hecho relevante fue el robo del coche del líder de la prueba en ese momento, Ari Vatanen, que terminó con su descalificación.
Peugeot compitió con los 205 y 405 Turbo 16, en manos de las parejas Vatanen- Berglund, Kankkunen-Piironen, Pescarolo-Fourticq y Ambrosino-Guehennec.
Vatanen lideró la práctica totalidad de la prueba hasta que su coche fue robado en Bamako. El automóvil fue recuperado, pero piloto finlandés no llegó a tiempo a la salida y aunque finalmente participó en la etapa, acabó siendo descalificado.
Esto aupó al liderato a Juha Kankkunen, que al volante de un Peugeot 205 Turbo 16 era el piloto de asistencia rápida de Vatanen. La pareja Kankkunen-Piironen llegó victoriosa al Lago Rosa, por delante de Shinozuka-Magne (Mitsubishi) y Tambay- Lamoyne (Range Rover). En total fueron 12.874 km, (6.605 de ellos de especiales), en los que Peugeot ganó 9 de las 20 etapas del recorrido.
1989: La primera del 405 y una moneda al aire
En su undécima edición la carrera pasó a denominarse “París-Túnez-Dakar” y recorrió 10.831 km. (6.605 km, de especiales) por Francia, Túnez, Libia, Níger, Mali, Guinea y Senegal. Peugeot participó con dos unidades del 405 Turbo 16 (Vatanen- Berger e Ickx-Tarin) y otras dos del 205 Turbo 16 (Fréquelin-Fenoui y Wambergue- Guéhennec). Estos coches equipaban una gran innovación: sistemas de navegación inspirados en los que usaban los aviones.
Vatanen volvió a volcar en la prólogo, pero pronto remontó a las posiciones de cabeza. En la tercera etapa (Tozeur–Ghadames), Peugeot consiguió un triplete con Ickx, Fréquelin y Vatanen (más adelante, en la novena, coparon las cuatro primeras posiciones). A partir de ese momento se vivió un electrizante duelo entre Ickx y Vatanen, que “volaban” por los desiertos poniendo tierra de por medio con sus rivales.
Esa rivalidad fratricida motivó que Jean Todt, jefe del equipo Peugeot, tomara cartas en el asunto. Su decisión fue jugarse a cara o cruz, con una moneda de 10 francos, cuál de los dos pilotos del equipo debía ganar el Dakar. Le tocó a Ari Vatanen, que eligió cruz. Pero la tensión no acabó ahí, pues en la penúltima etapa (Tambacounda- Saint Louis), Ickx se pudo líder por un error de navegación de Vatanen, que al día siguiente recuperó su posición para cruzar victorioso la meta. Peugeot ganó 13 de las 17 etapas y el 405 subió por primera vez a lo más alto del podio.
1990: Cuarta victoria consecutiva y punto final a una era gloriosa
Peugeot “arrasó” literalmente en la cuarta y última participación oficial de esta etapa, con un triplete en el podio final (Vatanen/Berglund, Waldegard-Fenouil y Ambrosino- Baumgartner) y 15 victorias en las 20 especiales de la prueba. Fue el “París-Tripoli- Dakar” de 1990, en el que se recorrieron 11.420 km. (8.564 de especiales) en Francia, Libia, Níger, Chad, Mali, Mauritania y Senegal.
Ya en la tercera etapa, Vatanen aventajaba en una hora y media al cuarto clasificado y primer coche no Peugeot, Salvador Serviá. Aunque el finlandés sufrió algunos errores de navegación (el sistema tenía fallos y su copiloto estaba enfermo) y un accidente contra un árbol, venció en siete etapas y lideró todo el rally con suficiencia hasta la victoria final. Finalizaba una era en la que Peugeot dominó el Dakar con mano de hierro, encaminando sus pasos en el automovilismo deportivo hacia Le Mans.
2015: El regreso más esperado
En marzo de 2014 saltaba la noticia: Peugeot anunciaba su regreso al Dakar, 25 años después de su última participación. Se presentaba un nuevo coche, el espectacular y minimalista 2008 DKR; y una formación de pilotos estelar: Carlos Sainz, Stéphane Peterhansel y Cyril Despres.
Peugeot diseñó un coche muy innovador, de dos ruedas motrices -con Grip Control- y mecánica turbodiésel 3.0 V6 de 340 CV y 800 Nm. En palabras de Carlos Sainz, «la filosofía del 2008 DKR marca una ruptura radical, el resultado final es diferente a cualquier otro coche”. Para Bruno Famin, director técnico de Peugeot Sports, “en su día, para correr las 24 Horas de Le Mans, decidimos adoptar un concepto diferente al de los rivales, un coche cerrado. Y para el Dakar también queríamos algo innovador.” Jean-Christophe Pailler, jefe del proyecto, detalla que “en los raids los dos ruedas motrices tienen un peso mínimo autorizado menor que los 4×4. Además, pueden montar ruedas de mayor diámetro y los voladizos son menores, especialmente el delantero, lo que le permite ‘escalar’ paredes verticales. También tienen un recorrido de suspensión autorizado de 460 mm en lugar de 250 mm. Y aún podemos añadir la posibilidad de montar equipos de inflado y desinflado de ruedas automático. Todos estos detalles son cruciales en un Dakar”.
El equipo oficial Peugeot participó en el Dakar 2015 “Argentina, Bolivia, Chile”, y aunque los resultados no acompañaron, esa temporada sirvió de aprendizaje y dos de los tres coches llegaron a meta. Carlos Sainz y Lucas Cruz abandonaron en la quinta etapa tras sufrir un vuelco. Peterhansel-Cottret finalizaron en undécima posición; mientras que Cyril Despres y Gilles Picard acabaron en el puesto 34.
Bruno Famin hacía balance de la carrera: «Las conclusiones que sacamos de nuestro primer Dakar son mixtas. Hablando como competidores, no podemos estar satisfechos con el resultado. Pero somos conscientes de que el objetivo principal de
nuestra primera participación era ganar experiencia. Dos de nuestros tres Peugeot 2008 DKR han llegado a Buenos Aires sin grandes problemas técnicos y hemos aprendido en todos los ámbitos: técnico, deportivo y logístico”.
2016: Pentacampeones con Peterhansel
En 2016 el equipo Peugeot salió a por todas en la 37º edición del Dakar, denominada “Argentina Bolivia”. Sumó dos piloto a la formación, Sebastien Loeb y Romain Dumas; y presentó un 2008 DKR evolucionado, un modelo prácticamente nuevo con todo lo aprendido en 2015. Más largo, ancho, potente, robusto y aerodinámico, el nuevo 2008 DKR demostró ser el “arma definitiva” para el Dakar.
Tras la cancelación de la primera etapa, Sebastien Loeb ganó la segunda y la tercera, poniéndose al frente de la clasificación. En la durísima cuarta etapa, de tipo maratón -los corredores no pueden ser asistidos por sus equipos técnicos- venció Stéphane Peterhansel, que comenzaba a recuperar terreno. En al siguiente jornada se alcanzó la altura máxima en un Dakar (4.580 metros) y Peugeot volvió a dominar, con un triplete de Loeb, Peterhansel y Sainz, que también copaban, en ese mismo orden, el podio de la general.
La lucha por la victoria final parecía cosa de ellos tres, pero el Dakar siempre guarda sorpresas… Loeb volcó en la octava etapa y perdió todas sus opciones. En la novena, Sainz dio un recital y se puso líder, pero la alegría le duró poco, pues en la siguiente jornada tuvo que abandonar por un problema mecánico. A partir de ese momento, Peterhansel lideró la prueba hasta la victoria final, la quinta de Peugeot en el Dakar. Los coches de la marca del león ganaron 9 de las 12 etapas y fueron los protagonistas absolutos de la carrera.