El C4, compacto de la marca gala Citroën es ya un viejo conocido dentro de los hatchback generalistas. Su bajo precio de adquisición y sus correctas mecánicas consiguieron que, el primer C4, se vendiera relativamente bien. Sobre todo con mecánica diésel, 1.6 HDI tanto en 92 como en 109cv respectivamente.
He podido realizar varios miles de kilómetros a bordo de un Citroën C4 1.6 HDI 109cv con acabado VTR+, a mi juicio de los más vendidos.
Es un vehículo que en su momento, cuando lo probamos, nos pareció muy polivalente, para todo uso, bueno en todo pero que no destacaba en algo particularmente.
El motor, el anterior 1.6 HDI de 16v se mostraba perezoso antes de las 2000 revoluciones, pero pasada esta franja movía con solvencia el peso del C4, bastante contenido.
Sus bajos consumos y, también, correcto precio de adquisición hicieron de él casi un superventas. Poblaban nuestras calles en versión Coupé o berlina, casi todos con el 1.6 HDI. Con el tiempo y los años el 1.6 HDI ha demostrado ser un motor fiable, no obstante tiene fallos como todos los motores. Pero se le puede considerar duro y fiable.
En el 2011 cesó la andadura del primer Citroën C4 con la salida inminente al mercado de su renovado sucesor, el C4 II, nosotros realizamos una prueba a la versión 1.6 eHDI de 115cv. El cambio en comparación con su antecesor, mejores materiales, una imagen más “alemana”. Un motor totalmente renovado que pasó a ser de 8 válvulas para darle más alegría en bajas vueltas. Contaba ya con Start&Stop y la unidad probada con cambio automático CMP.
El precio también se modificó en comparación con su antecesor, más alto, pero hay que entender que también era más coche y mejores materiales y acabados. Aun así ha seguido siendo un vehículo muy vendido.
El actual Citroën C4 no es más que un restyling que el C4 II del 2011. Los cambios estéticos son pocos, pero ahí están. Los cambios mecánicos si son más notorios. Como la introducción de las mecánicas PureTech y las BlueHDI.
Los motores PureTech los hemos probado en su marca hermana Peugeot y en el Citroen C1 que probamos con anterioridad. Se trata de un motor de 1.2 litros de cubicaje de 3 cilindros en línea, que puede ser de aspiración atmosférica como en el caso del C1 o turbo alimentado como en las versiones más potentes.
En diésel el 2.0 BlueHDI de 150cv sigue siendo el tope en potencia, por debajo de éste nos encontramos al 1.6 en diferentes versiones y potencias. Todas ellas actualmente BlueHDI, desde los 100cv a los 120cv del aquí probado. Hasta hace no mucho aún se vendía la versión e-HDI del 1.6 con 115cv que no hace uso del AdBlue para contaminar menos y verter menos emisiones.
Nuestra unidad con el acabado más alto, – Shine- viene muy bien equipada de serie, aun así traía todos los extras o casi todos, del catálogo.
Desde techo panorámico, piel en los asientos, calefactables, faros bi-xenon, sistema multimedia con cámara y navegador y largo etc…
Todo de fácil uso y que queramos o no viste mucho más al Citroën C4, otorgándole una imagen más completa.
Sin embargo el Citroën C4 empieza a acusar el paso de los años, materialmente lleva en el mercado 5 años a la venta. Y todos o casi todos sus competidores se han ido renovando con lavados de cara o presentando la nueva versión de su compacto. El C4 aun hoy día cumple sobradamente, sobre todo a nivel tecnológico que hace uso de los últimos avances en seguridad.
Pero se empieza a notar, sobre todo, en la tecnología como el navegador o la ausencia de faros LED el paso del tiempo.
Por tiempo y años en venta al actual Citroën C4 no le queda mucho para su renovación en profundidad.
Exteriormente poco podemos añadir que no dijéramos en su día en la prueba del Citroën C4 del 2011, los cambios son mínimos y físicamente las variaciones casi inapreciables.
Paragolpes diferentes y llantas diferentes, poco más.
Internamente más de lo mismo, el volante si es de nueva factura, con toda la botonería útil bien ordenada y de fácil uso y selección. Forrado en piel, de buen tacto y regulable en altura e inclinación.
El cuadro de instrumentos en su día nos parecía muy novedoso, todo bien dispuesto y de fácil lectura. Hoy día nos sigue pareciendo que si diseño está plenamente vigente. Pero el ordenador de a bordo, como en todo, si acusa el paso del tiempo con una pantalla monocromática. Son pequeños detalles que si los sumamos hacen un todo.
El puesto de conducción es tremendamente cómodo, los asientos siendo firmes y con una alta sujeción disponen también de masaje, ideal para los largos viajes. El tarado confortable de suspensión ayuda a que conducir el C4 mucho tiempo no llegue a hacer mella en nuestro cuerpo. Saliendo sin cansancio del mismo.