Esta semana nos ponemos al volante del nuevo Seat Ibiza en su versión más potente y radical; el Cupra.
Los cambios en el nuevo Ibiza Cupra son prácticamente, se concentran en una nueva mecánica. Externamente e internamente no existen diferencias apreciables.
Sigue contando con una imagen que lo diferencia del resto de la gama, pero no especialmente es un vehículo “cantoso”, es decir, no ira rompiendo cuellos por donde pase. Si bien, dentro de los entendidos del mundo del motor sabrán perfectamente lo que es y lo que hay bajo su capó.
El motor 1.4 TSI de turbo y compresor volumétrico ha dejado de montarse en el Ibiza Cupra y por extensión en su hermano el Volkswagen Polo GTI. Ambos hacen ahora uso del 1.8 TSI ya conocido dentro del grupo, que montan vehículos como el Seat León o el Audi A3 entre otros.
El 1.8 TSI en su variante de 192cv es turbo alimentado, pero no hace uso del compresor volumétrico que el 1.4 TSI si hacía.
Sin duda el cambio ha sido a mejor, no quiere decir que el 1.4 TSI de 180cv fuera mal, en absoluto; su funcionamiento era agradable y la respuesta del acelerador inmediata, con una gran estirada subiendo con fuerza hasta las 7000 revoluciones. Pero por complicaciones mecánicas y una fiabilidad no apta para vehículos que se presupone sus dueños les pisaran el 1.4 TSI no cumplía todo lo bien que debería.
El 1.8 TSI es más potente, mayor cilindrada y menor complejidad mecánica al no hacer uso del compresor volumétrico. Y no se muestra perezoso en bajas vueltas. Una vez sobrepasadas las 1400 rpm empieza a empujar y es a partir de las 2000 donde el empuje es completamente notorio. Estira menos que el anterior 1.4 TSI, pero es más contundente en todo el abanico de revoluciones con un mayor PAR motor de 320Nm, que permite disponer de fuerza incluso en marchas largas, evitando tener que reducir para por ejemplo un adelantamiento en autovía.
A la hora de conducir se siente más motor, buenos bajos, excelentes intermedios y unos altos muy correctos. En cuanto a consumos, el 1.8 TSI es un poco más sediento que su antecesor, si bien no es nada del otro mundo. Es un motor que con facilidad puede hacer medias de 8 litros a los 100km o en incluso menores si hacemos conducción eficiente.
El sonido de esta mecánica es también más agradable que el anterior 1.4 TSI, sobre todo al accionar el botón Sport. El sonido es más grabe y cautivador.
El 1.8 TSI hace uso del nuevo sistema de inyección mixta; directa e indirecta según la circunstancia y demanda de potencia. Se consiguen mejores prestaciones y muy bajos consumos.
A continuación un pequeño extracto de la prueba del Ibiza Cupra 2013:
“Exteriormente el actual Ibiza Cupra cuenta con unos paragolpes específicos. El trasero con un difusor justo donde la salida de escapé central.
La llantas también son un de un diseño específico para el Cupra, ya que pueden albergar los frenos opcionales de mayor tamaño y pinzas de cuatro bombines.
El interior no presenta ninguna modificación, sigue contando con unos buenos asientos, cómodos y que sujetan bien el cuerpo en zonas reviradas.
El puesto de conducción es realmente bueno, el asiento cuenta con múltiples reglajes, facilitando la búsqueda de la posición ante el volante.
El cuadro de instrumentos nos proporciona la información general, velocímetro, tacómetro, nivel de carburante y etc… Falta un marcador de temperatura del líquido refrigerante y en un vehículo como este del aceite. O por lo menos de la presión del mismo”
Prácticamente todo en el anterior texto está vigente hoy día en el actual Ibiza. Salvo los frenos opcionales, ya no están ni como opción. Debemos conformarnos con los de serie que si bien no son malos siempre son mejorables.
Y en relación al cuadro de instrumentos, a pesar de ser diferente con un diseño casi calcado del Seat León si ha mejorado en la muestra de temperaturas, de aceite y de líquido refrigerante.