Conectarlo de vez en cuando en invierno es aconsejable para evitar que se resequen los conductos por falta de uso.
Poner el aire por debajo de 20 grados puede ocasionar un 20% más de gasto de combustible.
Con los termómetros por encima de los 30 grados en muchas partes de España, conducir en verano se convertiría en un imposible de no ser por el aire acondicionado, un habitual en los vehículos al que creemos conocer a fondo. Sin embargo, hay algunos aspectos que conviene tener en cuenta para evitar que acabe por darnos problemas, dejar de funcionar y achicharrarnos en esta estación que oficialmente empieza el 21 de junio. La consultora experta en automoción e Internet AutoScout24 nos recuerda que vigilar el estado del sistema de aire acondicionado es una labor más del mantenimiento necesario que requiere nuestro coche y que en verano, época tradicional de desplazamientos por carretera, se vuelve crucial.
También en invierno
Aunque el uso del aire acondicionado se circunscribe al verano no está de más conectarlo de vez en cuando durante el resto del año. De hecho, es aconsejable que al menos una vez al mes lo conectemos y lo tengamos encendido unos minutos. De este modo, se evitará que se resequen los conductos por falta de uso.
Una limpieza a fondo
El aire acondicionado consta de mucho más que un simple botón en el salpicadero y unas tomas de aire. Este dispositivo cuenta con un entramado compuesto por varios elementos situados bajo el capó. Lo recomendable es que el conductor mantenga limpio el radiador y compruebe que todas las mangueras y conductos están en buen estado, como aconseja AutoScout24. Tampoco debemos olvidarnos del líquido refrigerante.
Sin gas, no hay aire
El elemento esencial del aire acondicionado es el gas. Ya sea por falta o exceso de uso, las pequeñas fugas que se producen en el sistema hacen que el gas pierda sus propiedades y se consuma poco a poco. Un síntoma claro de que existe un problema es que, al conectar el aire acondicionado, el habitáculo no se enfría rápidamente. En este caso, es conveniente pedir cita en el taller para la correspondiente carga de gas, con un coste asequible que incluso puede llegar a los 30 euros.
Mal olor en el ambiente
Otro síntoma de problemas con el aire acondicionado es el olor. Si se percibe en el interior del coche un olor avinagrado y desagradable puede que los filtros del aire requieran su sustitución. Con el tiempo, las bacterias, el polvo, la humedad y los hongos se acumulan en los filtros. Este problema puede afectar también al conductor si padece de alergias.
Da un respiro al aire acondicionado
Una manera de evitar que el sistema de aire acondicionado se estropee más rápidamente es evitando que trabaje al máximo rendimiento. Por mucho que la temperatura en el exterior supere los 40 grados, es aconsejable conectar el aire acondicionado a régimen medio y bajar las ventanillas unos minutos. Si podemos alargar la vida de este dispositivo retrasaremos la visita al taller y evitaremos problemas en pleno verano cuando más lo necesitamos.
No congeles tu dinero
Un buen uso y mantenimiento del sistema del aire acondicionado puede ahorrar sofocos no solo en la conducción durante el verano, sino también con los gastos propios de esta época del año. Así, es conveniente que la temperatura en el interior del habitáculo sea de alrededor de 22 grados. Hay que evitar poner el aire acondicionado por debajo de 20 grados, pues puede ocasionar un aumento del consumo de combustible de hasta un 20%. Que un exceso de frío no nos haga pasar por la gasolinera más de lo debido.