La llegada del nuevo Skoda Fabia se ha hecho esperar, pero ya lo tenemos aquí. El nuevo Fabia ha mejorado notablemente en su aspecto externo como interno.
Externamente es fiel a la nueva línea de Skoda, con unos faros delanteros muy semejantes a los del Skoda Octavia. También, este nuevo Fabia cuenta con mayor anchura, importante a la hora de conducir y sobre todo para una mayor habitabilidad interior.
La verdad es que su exterior ha ganado mucho en comparación con su antecesor, ahora muestra más serio, con mayor empaque, vehículo más serio y más cercano a un compacto.
En su interior, como es lógico, los cambios son notorios. Desde un salpicadero de líneas sencillas con un aspecto impoluto, con una buena pantalla multimedia. A, una tapicería bicolor que le da ese toque juvenil y deportivo.
El cuadro de instrumentos de fácil lectura cuenta con ordenador de a bordo intuitivo y que su manejo no supone un problema.
Tanto volante como pomo de la palanca de cambios y freno de mano vienen forrados en piel en el acabado Ambition.
El nuevo Skoda ha iniciado su andadura con mecánicas de nueva hornada. Desde el 1.0 MPI de 60 y 75cv, pasando por el 1.2 TSI con 90cv y 110cv y terminando en el nuevo 1.4 TDI de, también, 90cv y 105cv.
Nosotros hemos probado el pequeño 1.0 MPI de 75cv, el mismo motor que podemos encontrar en el Volkswagen UP! o Skoda Citigo.
Este pequeño 1.0 de aspiración atmosférica es un 3 cilindros en línea con potencias de 60 y 75cv respectivamente.
Es un motor que a pesar de su reducida cilindrada y potencia se desenvuelve notablemente bien en circuito urbano. Y aunque sorprenda en el Fabia no es tan perezoso como cabría esperar.
Si bien es un motor que, fuera de la urbe, se queda corto en adelantamientos o ganar velocidad con rapidez. Ayuda y mucho el cambio tan cerrado de cinco relaciones que monta, con una quinta de tan solo 28,6 km/h cada 1000 revoluciones.