Jesús Torrano entró en la empresa como aprendiz y acaba de cumplir 40 años en el Taller de Prensas.
Ha sido testigo de la evolución y crecimiento de la compañía.
Más de la mitad de una vida dedicada a la empresa, 40 años en los que ha podido crecer personal y profesionalmente en el taller donde empieza el proceso de fabricación de un coche. Se trata de Jesús Torrano, empleado que acaba de cumplir cuatro décadas en SEAT y que junto a más de 700 compañeros ha sido homenajeado por su fidelidad y dedicación a la compañía.
Jesús empezó en la Escuela de Aprendices con 13 años y tras finalizarla entró al taller de Prensas, donde ha desempeñado su oficio hasta el día de hoy. Participó activamente en el lanzamiento del primer Toledo, en la llegada del Altea y la familia Ibiza y también ha contribuido en los últimos lanzamientos como el León. Tal y como explica, “hoy casi parece imposible, por la manera en cómo se está comportando el mundo laboral, que la gente joven pueda pensar en estar 40 años en una misma empresa. En mi época pensabas en un trabajo para toda la vida”. Por este motivo, Jesús anima a los aprendices de la escuela y a los jóvenes que empiezan a trabajar que lo hagan con tenacidad, e “intenten permanecer en los puestos de trabajo para poder coger experiencia y contribuir al crecimiento de las compañías”.
Este veterano empleado recuerda cómo ha cambiado la fábrica de Martorell a lo largo de estos años. Para él, son increíbles los avances en ergonomía que se han ido aplicando, así como las mejoras de trabajo en la planta: “la temperatura que hay en los talleres ha mejorado muchísimo respecto a los años 70. También la ropa de seguridad es otra cosa, ahora los operarios van con uniformes mucho más ligeros”.
Cuarenta años en una misma empresa han ayudado a Jesús y a muchos otros trabajadores a cumplir sus sueños y a poder tener una estabilidad económica y personal en una época en la que cada vez esto resulta más difícil. “He intentado devolver día a día la inversión que la compañía hizo en mí”, afirma emocionado, a la vez que agradece a SEAT “que me enseñara un oficio sin pedirme nada a cambio, solo que trabajase y demostrase mis conocimientos”.
Jesús afirma que a la marca española aún le queda mucho camino por delante y anima a los jóvenes a seguir con su legado y a trabajar con ilusión, para que SEAT siga creciendo y generando estabilidad económica en muchas familias españolas.