El motor de gasolina está basado en «cuatro fases» o tiempos, cuyo resultado final es la transformación de la energía química de la gasolina , en energía mecánica útil. En primer lugar deberemos introducir en el motor la mezcla aire-gasolina. Esta mezcla, que debe ser bastante precisa, se elabora en otro componente, que veremos en este mismo capítulo, llamado «carburador». Esta primera fase se llama «admisión».
Una vez que se ha llenado el cilindro, comprimiremos la mezcla para disminuir su volumen y aumentar su nivel de energía. Esta fase se llama «compresión» Cuando tenemos la mezcla suficientemente comprimida, provocamos su combustión. La reacción química, transforma la mezcla inicial en un gas muy caliente (unos 800º C), que al estar en un espacio tan reducido, tiende a expandirse con gran violencia. Esta es la fase de «explosión»
Por último, una vez expandidos los gases calientes y cumplida su función, desalojaremos la cámara de combustión, para permitir el paso de la mezcla nueva. Esta fase se llama expulsión (escape). Veamos como se desarrollan las cuatro fases dentro de un motor.
Partiendo de una teórica posición inicial de reposo, desciende el pistón. Esta acción provoca una succión (presión negativa), al descubrir el conducto de admisión, entrado así la mezcla en la cámara de combustión. Una vez completa la primera fase, el pistón comprime la mezcla en la parte superior del cilindro. En la tercera fase, se produce la explosión. La chispa suministrada por la bujía sobre la mezcla comprimida, provoca la combustión, casi instantánea, de la gasolina.
En la cuarta fase, se produce la expulsión de los gases quemados producidos por la combustión a la par que el movimiento descendente del pistón.